El discurso de Henry es uno de los más famosos de la época, ya que termina con uno de los ultimátum más famosos jamás pronunciados: “Denme la libertad o denme la muerte”.
"... y hemos sido rechazados con desprecio desde el pie del trono!"
Henry utiliza la repetición en el comienzo de la sección para resaltar todas las respuestas que los esfuerzos de los colonos se han encontrado con en sus súplicas al trono. Sus exclamaciones llevan a casa la pasión de la única opción que les queda.
Este pasaje destaca la inmediatez de la situación en que se encuentran los colonos. Han apelado al rey, y él los ha rechazado; Si quieren preservar su libertad y no dejar que su lucha sea en vano, entonces deben ir a la guerra y luchar por su "noble lucha".